Mediante la radioterapia se destruyen las células cancerosas dirigiendo rayos de energía al tumor. Para este tratamiento, debe consultar a un oncólogo radioterapeuta. Es un proveedor de atención médica especializado en la radioterapia para tratar el cáncer. Durante el tratamiento, trabajará con un equipo de atención médica. El equipo incluye un radioterapeuta, un enfermero especializado en radioterapia y un nutricionista.
¿En qué casos podría usarse la radioterapia para el cáncer de laringe?
La radioterapia podría usarse por cualquiera de las siguientes razones:
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Para destruir las células cancerosas que puedan quedar después de la cirugía y reducir la probabilidad de que el cáncer regrese
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Para tratar un tumor que no se puede extirpar mediante cirugía
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Como tratamiento principal para algunos tumores que no están muy avanzados. Puede lograr que la voz se mantenga sin grandes cambios. La cirugía suele consistir en la extirpación de la laringe.
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Si no puede hacerse una cirugía por otros motivos. Por ejemplo, si está demasiado enfermo o tiene otros problemas de salud importantes.
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Para tratar un tumor que regresa después del tratamiento
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Para aliviar los síntomas causados por un cáncer avanzado, como dolor o problemas para tragar
La radiación en la cabeza y en el cuello puede afectar los dientes y las encías. También puede causar problemas en la cicatrización de los tejidos después de un tratamiento dental. Por eso, es importante hacerse un examen dental completo antes de empezar la radioterapia. Es posible que haya que extraerle algunos o todos los dientes porque la radiación puede empeorar cualquier problema dental que ya tenga en dientes dañados.
¿Cómo se administra la radioterapia para tratar el cáncer de laringe?
Hay dos tipos principales de radioterapia. Una es la radioterapia de haz externo (EBRT, por su sigla en inglés). La otra es la radioterapia interna. También se conoce como braquiterapia.
Radioterapia de haz externo (EBRT)
En este tratamiento se usa una máquina de gran tamaño que dirige haces de radiación al tumor. No hay contacto con la máquina y la radiación no duele. El tipo de radioterapia más común para tratar el cáncer de laringe es la EBRT. El plan de tratamiento se hace según su tipo de cáncer. Por lo general, incluye una cantidad específica de tratamientos administrados durante un período determinado.
Algunos de los tipos de EBRT que pueden usarse incluyen los siguientes:
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Estándar. En la EBRT estándar, se dirige radiación al tumor desde una dirección. El tratamiento es muy parecido a hacerse una radiografía, pero dura más tiempo.
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Radioterapia conformal tridimensional (3-D CRT, por su sigla en inglés). En esta forma de EBRT, se usa una computadora para dar forma a los haces de radiación y dirigirlos al tumor desde varias direcciones. Esto puede disminuir la dosis de radiación que va a los tejidos sanos cercanos y reducir los efectos secundarios.
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Radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por su sigla en inglés). En la IMRT, se usa una computadora para controlar la dirección, la forma y la fuerza o intensidad de los haces de radiación. Esto permite que llegue una dosis alta al tumor. Así disminuye la dosis de radiación que va a los tejidos sanos cercanos y se reducen los efectos secundarios. La IMRT es el tipo de radiación más común que se usa para el cáncer de laringe.
Radiación interna o braquiterapia
La radioterapia interna se hace colocando un material radiactivo directo en el tumor o cerca de él. Puede llevarse a cabo junto con la EBRT. Pero rara vez se usa para el cáncer de laringe.
¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de la radioterapia?
La radioterapia afecta las células normales además de las células cancerosas. Los efectos secundarios de la radiación dependen de la cantidad y del tipo de radiación que reciba, así como de la parte del cuerpo que recibe el tratamiento. También dependen de si recibe quimioterapia junto con la radioterapia. Los efectos secundarios suelen aparecer a partir de las 2 a 3 semanas después de comenzar el tratamiento de EBRT.
La radiación en el cuello y en la garganta suele causar llagas dolorosas en la boca y en la garganta. Esto puede hacer que sea difícil masticar y tragar. Debido a esto, es posible que no coma o beba lo suficiente. Las llagas suelen desaparecer unas semanas después de haber terminado la radioterapia. Pero para prevenir la pérdida de peso y la desnutrición, es posible que el proveedor de atención médica recomiende la colocación de una sonda de alimentación en el estómago. Esa sonda se llama sonda de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG, por su sigla en inglés). Se introduce en el estómago a través de un corte pequeño (incisión) en el abdomen. El tubo de la PEG es temporal. Cuando deja de ser necesario, se quita. Puede consultar a un nutricionista para obtener una nutrición suficiente y mantener su peso normal.
Otros efectos secundarios de la radioterapia incluyen los siguientes:
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La piel de la zona tratada se enrojece y puede pelarse o ampollarse
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Sequedad en la boca
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Saliva espesa y pegajosa
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Ronquera
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Dificultad para tragar
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Dificultad para abrir la boca
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Disminución del sentido del gusto
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Pérdida del apetito
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Dificultad para respirar a causa de la hinchazón. Esto podría exigir el uso de un tubo de respiración.
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Cansancio
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Hinchazón o cicatrices
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Pérdida de la audición
Los efectos secundarios de la radioterapia son peores cuando se administra junto con quimioterapia. Por lo general, se sentirá mejor en 4 a 6 semanas después de haber finalizado la radioterapia.
En casos poco frecuentes, la radiación provoca una rotura del cartílago que daña aún más la laringe. O puede dañar la tráquea.
La radiación en el cuello puede dañar la glándula tiroides. Esto puede hacer que sienta cansancio, aumente de peso, sienta frío y tenga la piel o el pelo secos. Si esto sucede, es posible que deba tomar pastillas de hormona tiroidea.
La radiación cerca de las glándulas salivales puede provocar sequedad en la boca. Esto puede continuar incluso después de finalizar el tratamiento debido a un daño duradero en las glándulas salivales. Las personas con boca seca después de la radiación deben prestar mucha atención a la salud bucal y dental. La boca seca puede provocar caries y pérdida de dientes. Por eso es importante consultar al dentista antes de iniciar la radioterapia, de modo que puedan extraerle los dientes que se encuentren en el campo de radiación.
La mayoría de los efectos secundarios desaparecen después del tratamiento. Hable con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios de la radioterapia a los que debe prestar atención y en qué casos debe informarlos. Consulte qué puede hacer para controlar o incluso prevenir los efectos secundarios.